¡¡¡Hola otra vez, familias!!!
Hoy atravesando el portal hemos llegado al mundo del bosque en el que habitan duendes y hadas. Tras cantar las canciones típicas del campamento y recargar fuerzas con nuestro primer desayuno nos hemos puesto en marcha hacia una granja de cerdos ecológicos.
Allí hemos tenido una degustación de sus chorizos y salchichones y… ¡¡¡han sido todo un éxito!!! Tampoco nos hemos ido sin antes conocer a todos y cada uno de sus cerditos y caballos.
La excursión finalizaba de vuelta al campamento, donde nos esperaba Marta con un delicioso puré y unas exquisitas alitas de hada. ¡Y cómo no hablar del postre!: frutos del bosque recogidos por los seres que habitan en el mundo que hemos visitado.
Después, hemos realizado dos talleres mágicos: unos llaveros decorados con las caras de los animalillos del bosque y unos tarros con hadas en su interior.
Y para terminar la tarde, un sendero de los sentidos en el que hemos seguido la historia de un duende o hada hasta la cascada y del que ninguno hemos salido limpios.
Para cenar, revuelto de huevo de unicornio con revuelto de champiñones, receta de Roberto, que estaba para chuparse los dedos.
Pero la noche no terminaba aquí. En la alameda se libró una batalla conocida por todos como «La guerra del silencio» en la que tuvieron que utilizar sus mejores estrategias para alcanzar la victoria «a la chita callando».
La tristeza por acabar este juego desapareció por completo al regresar al campamento y encontrarse con un montón de cartas para todos que estaba incubando el avestruz Mari Luz.
El día terminaba con la canción de buenas noches, «Cuando el día ya termina», y con nuestros acampados corriendo hacia el saco al grito de «el último que llegue pichi cagalera».
Nos despedimos, pero solo por hoy…
¿Qué mundo nos deparará mañana?
Asociación Juvenil El Refugio 
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